Una cosa es soñar con viajar a Brasil, otra es ver como pasan los días, y una muy distinta es echar a andar el motor del viaje. ¿Qué puede ser más motorizante que comprar el pasaje?
Pues ya comprado el pasaje pues se tiene casi la certeza de que se va a aterrizar en ese lugar tan especial como es Brasil, en este caso el primer paradero para un limeño es Sao Paulo.
¿Y luego de comprar el pasaje? Quizás creen que estoy haciendo las cosas al revés, pero no me quedaba otra, porque se me pasaban los días y no tomaba la decisión firme de tener un pasaje en la mano que me llevara al otro lado de latinomérica.
Tras la compra del pasaje he empezado a averiguar con más curiosidad sobre los lugares, los points que no debo perder de vista.
Y por otro lado, he empezado a acostumbrar mi oído al idioma portugués, metiéndome a las clases de portugués que da el instituto de idiomas de la PUCP.
Está 200 soles, son tres días a la semana, lunes - miércoles - viernes, la profesora es de Sao Paulo, y ya me cambió el nombre. Ahora soy "Manueu".
Así que tras el primer mes de clases, me iré para allá, a practicar lo aprendido.
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